Porque Rocky también forma parte de la familia no podía faltar en las fotos.
Unos días antes de realizar la sesión fotográfica, con cierto apuro, me preguntaron si podían llevar a Rocky e incluirle en alguna foto. ¿Un perro en la sesión de embarazo? Por mí encantada. Esta es la segunda vez que a un amigo de cuatro patas lo incluimos en el reportaje.