Un paseo por el monte y una pradera son el escenario escogido para enmarcar a estos dos pequeños.
Los día pasan rápido y los niños crecen muy deprisa, cada instante merece que guardemos estas pequeñas historias.
Un paseo por el monte y una pradera son el escenario escogido para enmarcar a estos dos pequeños.
Los día pasan rápido y los niños crecen muy deprisa, cada instante merece que guardemos estas pequeñas historias.
Hay que empezar un álbum de recuerdos para el nuevo miembro de la familia. Una mañana lluviosa y el jardín botánico nos acompañaron en este reportaje.
Una mañana soleada de otoño nos fuimos de visita a la finca Munibe en Etxebarria, ¿Quién se puede resistir ha hacer unos retratos con el estallido de color que no trae esta época del año?
El verano también es un buen momento para la fotografía familiar.
Los días son largos, calurosos, y los niños están relajados. Entre juego y juego Izaro y Mikel posaron como unos campeones.