«Unai es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos».
Ainnn!!!! me parece que me he equivocado, quién era peludo, suave y blando era Platero, pero ¿qué bebé no reúne esas característica? Bueno, lo de peludo… igual no jeje.., pero suaves, blandos seguro que sí. Tan sólo con tenerlos cerca nos aflora toda la ternura que llevamos dentro.
A Oihan le gusta la cámara, y a la cámara le gusta Oihan.
Un pequeño modelo que posó como un profesional, nos regaló un montón de sonrisas y miradas tiernas, pero lo mejor fueron las últimas tomas cuando se puso a cantar y a bailar.
-Es que no salgo bien en las fotos. -Es lo que me dijo Belén cuando le propuse la sesión, con un poco de insistencia conseguí que posara para mí. Era su segundo embarazo y del primero no tenía el recuerdo de unas fotos profesionales, así que teníamos doble razón para realizar las fotos.
Y nació Daniela, una pequeñita de piel sonrosada y ojos vivarachos. Con mucho cariño preparamos la sesión.
Porque Rocky también forma parte de la familia no podía faltar en las fotos.
Unos días antes de realizar la sesión fotográfica, con cierto apuro, me preguntaron si podían llevar a Rocky e incluirle en alguna foto. ¿Un perro en la sesión de embarazo? Por mí encantada. Esta es la segunda vez que a un amigo de cuatro patas lo incluimos en el reportaje.
María es una amiga fotógrafa, y cuando me dijo que estaba embarazada se me saltó una lágrima por la emoción. A veces, algo tan natural como un embarazo cuesta conseguirlo y cuando por fin es una realidad se convierte en un regalo muy especial.
El día de la Primera Comunión es muy especial para los niños y para Miriam no podía ser de otra forma, así que nos fuimos al parque botánico a hacer el reportaje.
Con mucha ilusión y unos pocos nervios empezamos la sesión, pero enseguida nos entendimos y todo fue muy fácil. Intercalamos ratos de fotos con otros para los juegos y el resultado fue un puñado de fotos llenas de preciosas miradas.
Dejar atrás a la familia, a los amigos, tu casa, nunca es fácil, pero Eleana lo hizo. Cruzó un océano para luchar contra la enfermedad y venció. Quería unas fotos del embarazo para mandárselas a sus padres y demostrarles todo el amor que les tiene aunque estén lejos.
Y nació Amets, el niño de los ojos grandes, el niño de los ojos azules, el niño de la sonrisa eterna. Una nueva estrella en nuestra vida.
La sesiones de embarazo suelen ser relajadas y tranquilas, pero esta fue sobre todo divertida. La sonrisa de Valva es contagiosa y esa alegría quise llevarla a las fotos. ¿Lo conseguí?
Josune Reoyo Fotografía 